un lugar donde digo lo que se me canta el orto.

martes, septiembre 12, 2006

¿Que podría ser peor? Eso no me arregla...

Alguien que tiene un blog mucho mejor y más leído que éste (o sea: alguien que envidio mucho) dice que hay más libertad que antes, ya que hay más democracias. Que sí, que son la mierda que todos sabemos pero que las prefiere igual. Bueno, yo no. Y no me parece serio hablar de libertad: marche un capítulo 4 del tomo uno de El Capital.
Perdón si era sarcasmo lo de las democracias, pero me pareció que no, que no era.

jueves, agosto 31, 2006

Doña Santa Rosa

Aunque parte de mí insiste en que es innecesario, quiero perder un minuto diciendo que la marcha de Blumberg de hoy no "se está politizando" como dicen aquellos que se oponen, al menos públicamente, a su realización. Hacer una marcha a Plaza de Mayo es un acto político, una acción política. Esto más allá de si el bueno del Ingeniero hace algún anuncio de candidaturas o no. Es casi una obviedad, pero también es una obviedad que ninguna de las medidas que propone sirve para cumplir el objetivo que dice querer cumplir. Así que es obvio que hay obviedades muy potentes.

lunes, agosto 14, 2006

Abrir la caja fuerte

Nos encontramos otra vez con el viejo y querido Toni, es decir, nos encontramos otra vez en veredas opuestas. En este caso, opinando sobre América Latina. Dos cositas sobre el gobierno argentino: tuvo una actitud “responsable” en relación con el FMI y sería “hacerle el juego a la derecha” impedir su reelección. Les ahorro la chicana fácil de que la palabra “responsable” es casi una broma, tomada de una parodia a los discursos tipo FMI. Hay que ser responsable, sustentable y viable, en boca de los tecnócratas educados en universidades de EEUU.
Ahora seriamente ¿cuál fue el triunfo? ¿Pagarles? ¿Hemos creado el demonio del acreedor largoplacista que prefiere que no le paguen? ¿Para qué? ¿Para poder seguir dominando a su deudor? Eso se les cortaría simplemente porque nos hicimos ricos (risas). Si se tienen reservas que multiplican por 4 la deuda ya no se es una víctima indefensa del acreedor. En ese caso lo mejor que le puede pasar a éste es que... le paguen. Claro, se podría haber actuado de otra forma como antes (los tiempos malos). Sí, sí, sí. Se podría, siempre se podría. Pero finalmente se hace lo que se hace. La deuda y su pago deben tener otra razón de ser que las voluntades de los gobiernos progres y los banqueros sádicos. En fin que les hemos pagado y sí, una nueva época se abre en este sentido muy restringido. Les adelanto: termina mal. Así que vayan redactando sus lamentos a estos mismos gobiernos tan elogiados (¡desviaron su camino!) o a la sinistra siniestra que pudrió todo. Y esto nos mete en el segundo tema.
¿En serio? ¿Otra vez vamos a tener que apoyar? Otro 45, otro camporazo, otra vez un gobierno que dispone de mucha renta, de mucho dinero, hace un reparto, que muchas veces es incluso una ficción y genera una apertura, que es sin ninguna duda una ficción (más allá de los personajes queridos, más allá, otra vez, de las putas voluntades). El discurso es: somos más tolerantes que otros, así que no nos jodan. Sino, hay policía, apriete, todo lo mismo que antes. Y mucho más, porque ya no va a estar la corteza progre de la sociedad para defenderte. ¿Por qué no luchan los piqueteros por el salario universal? ¡Porque la mitad trabaja para el gobierno, Toni! ¡Les dan tickets para almorzar y todo! Y la otra mitad se debate entre la ilegalización y siniestrización o recibir algún dinero. Y ya que estamos: decir piqueteros es como decir terroristas. El piquete es sólo una forma de lucha. Aquello que sí tienen de específico es que no tienen trabajo, es decir, son libres. Zafaron de la disciplina.
Y la termino. Me acordé de cuando leíamos Imperio. Efectivamente los posmodernos tienen la ventaja, con la que escorchan todo el día pegándole a la izquierda autista, de que detectan los cambios en la sociedad con cierta rapidez. Leyendo el libro yo podía encontrar un montón de cosas que están ahí, sólo que interpretadas con esa teoría... inexplicable.
Él me diría eso mismo a mí, sin ninguna duda. El juego es abrir la caja fuerte. Yo estoy convencido de que el número es el 56, él el 24, otro el 15, etc. Todos estamos en igualdad de condiciones. Pero un número abre la caja y los otros no. Lo que hay que tratar de hacer, me parece, es dejar de adivinar el numerito y poder conocerlo de una buena vez.

jueves, julio 27, 2006

Nueva temporada

Sí. He decidido volver al Blog. Iba a burlarme de cosas pero ahora leo la Barcelona (o al menos los títulos) y se me pasó. Así que ya veremos.

miércoles, diciembre 22, 2004

Confesiones de un cerebro compartimentado

Las boletas de rentas son difíciles de llenar. Y yo no siquiera las tenía en mi poder para poder llenarlas. Me dije: el jueves hay asueto en la administración pública, así que debo buscarlas el miércoles para poder ir el jueves a la oficina de la persona que prometió ayudarme a llenarlas. Pero esa persona trabaja... en la administración pública.
Sospecho que esto me pasa muchas veces y no me doy cuenta.

martes, diciembre 07, 2004

Sin embargo se mueve

Me compré o mi mujer compró el disco del indio.
Muy Momo, se ve que el indio viene metiendo mano solo hace tiempo.
A mí, el indio sigue teniendo cosas que decirme, me sigo identificando con sus visiones.
Lo que es él, todo clarito. Pero a mí ¿de qué me va esa omnicomprensión sin salidas a la vista? Yo no soy famoso (no, el blog no se está vendiendo como esperábamos: habrá que cerrar) y tengo 30 años menos. Yo no la viví.
I`m down.

Rescatarsis

Releo mi propio blog y estoy de acuerdo con todo.
Pero ¿por qué parece que estoy tan seguro de todo? ¡¡¡¡Yo también puedo tener dudas carajo!!!!


Eh... No, no es nada. Me entró una basurita en el ojo.

miércoles, noviembre 24, 2004

El avión

Seguro que, estadisticamente, uno de cada x aviones se cae. Es así, no podemos evitarlo. Y ya que no podemos evitarlo, ¿por qué no pueden ir en ese avión las personas que más nos cagan la vida? Digo, sin desearle la muerte a nadie... más que a los que, estadísticamente, se mueren.
Por eso les propongo que piensen quién iría en su avión. Serán unos 200 pasajeros, más o menos.

sábado, noviembre 20, 2004

La inconciencia a la que nos lleva el alcohol

Leo un editorial de clarín sobre "el tema" del alcohol en los jóvenes. No es más que otro más que se desayuna que los pibes son de tomar. La conclusión es algo como que hay que ayudarlos porque son adictos y poner límites.
Con respecto a la adicción, es claro que es posible que algunos la tengan y que, privadamente, deban ser tratados. Aún esto, de todos modos, debe contar con la voluntad de salir hacia algún lado por parte del interesado.
Pero (y lo enganchamos con el asunto de los límites) colectivamente todo esto es una pedorrada. Cada adicto es un enfermo, sea. Ahora, si son miles y miles ¿de qué carajo estamos hablando? ¿Socialmente, colectivamente, nuestra respuesta es que hay que poner límites? El 95 por ciento de esos adolescentes que toman a reventar tiene formalmente prohibido tomar alcohol. Por sus padres y por el Estado. El único camino que queda por ahí es "que se cumplan las leyes", como suele pedirse alrededor del "tema" de la inseguridad. Pero también aquí eso no va a servir de nada: aun si más efectivos, esos límites sólo van a volver (con suerte) más eventual el consumo pero a la vez mucho más explosivo. Prohibir (y más empezar a prohibir) tiene este efecto contraproducente.
Por otro lado, ningún pibe que no tenga un problema grave (una vida de mierda, un hogar de mierda, una escuela de mierda, un país de mierda, una falta absoluta de alternativas) se vuelve un alcohólico. Lo dice un ex-adolescente bebedor con una vida oscilante.
Un último comentario: se proponía en la nota hacer con el alcohol algo parecido a lo que se hace con el tabaquismo, que efectivamente va cediendo terreno. Además de que no es tan simple hacer un ataque efectivo contra la sacrosanta propiedad privada (los boliches que no sirven para nada si no se vende alcohol, las bebidas que no podrían mantener sus niveles de venta sin los menores), lo mismo que con el cigarrillo, se nos propone ser agentes inconscientes de cambios de los cuales desconocemos las implicancias. Todo existe por alguna razón y esa razón no puede ser ninguna de la excusas individuales para empezar a fumar o a beber. Si esa causa permanece oculta, no sabemos lo que pasa cuando se operan estos cambios. Aquello por lo cual la sociedad necesitaba el cigarrillo puede estar manifestándose de una manera más destructiva aún.

sábado, septiembre 11, 2004

Tres aniversarios

Hoy se cumplen tres aniversarios diferentes sobre los que tengo algo para decir. Vayamos cronológicamente.
Aniversario I: Mentirosa
En abstracto, la muerte de Sarmiento es un evento feliz. Cuanto más hubiera durado, más daño habría hecho ese hijo de puta. En realidad, ese encarnador de hijoputeces. Sin embargo, cuando uno lo piensa un poco más la cosa toma otro cariz. La muerte de Sarmiento también es un elemento más para cagarnos a todos. Como un arma desde la tumba, coda año es aprovechada por los maestros primarios para adoctrinarnos sobre lo bueno que era este hombre, lo buena que es la escuela (así nomás, acríticamente por completo) y demás porquerías. Sarmiento fue un buen escritor, si es que algo bueno hemos de decir aquí. Más allá de eso es una figura que encarna, junto con muchos otros, una de las etapas más tristes de nuestro país. Fue la construcción del gigantesco aparato extractor (y "exportador", por así decir) de renta de la tierra, que nos dejó fuera de la producción industrial para siempre y por lo tanto fuera de la cabeza del desarrollo de las fuerzas productivas de la humanidad.
Aniversario II: ¡Tengo un pedo, Salvador!
La situación de Chile en los setentas tiene un contenido sentimental para mí. Pero tratemos de verla un poco seriamente. Como muchos otros procesos pretendida(honesta)mente revolucionarios, su mayor debilidad (y su mayor fuerza, a la vez) era la falta de una comprensión cabal de sí mismos. De sus propios papeles históricos. Como cualquier revolución "socialista" de un país (al igual que la URSS, por caso) se trata de centralizar el capital dentro de una nación, para aumentar la capacidad productiva y competir en el mercado mundial. Y, de paso, generar las condiciones de vida de los trabajadores de un país que hace eso. El problema es que esas revoluciones sólo parecen poder hacerse inconscientemente, en el sentido de que quienes las hacen (líderes y masas) necesitan verse a sí mismos como haciendo el comunismo sin más, cuando, en todo caso, lo que están haciendo es un paso más hacia allí. En Chile, el problema fue todavía más grave. A diferencia de los otros procesos (Argentina, Uruguay, Centroamérica, Perú) en Chile surgió la conciencia de que era posible hacerlo de una manera "democrática", lo que en los hechos significa que con unas reglas hechas para establecer la propiedad privada (y en el contexto de un capitalismo penetrado de un país de mierda) es posible expropiar y centralizar. Es como negar el hecho de que por ahora en el mundo todo es conflicto (y conflicto quiere decir que valen todas las armas) y tratar de hacerlo "pacíficamente". Con la paradoja de que eso desemboca en una masacre. Entiéndase que no pretendo responsabilizar a nadie de manera personal ni simplificar todo este sangriento devenir. Sé que había quién decía más o menos lo que yo en esos tiempos y que la posibilidad de encontrar un camino menos cruento era demasiado para no intentarla. Pero hoy hay que aceptar la historia como fue. Un comentario final para la figura de Salvador Allende. No hay nada más noble ni más heroico, me parece, que aceptar lo que uno encarna, lo que uno personifica, se venga lo que se venga. ¡Para eso estamos aquí!
Aniversario III: Las dos torres.
¡Qué pensar de una cosa como esa! Obviando lo políticamente correcto (que nunca acierta) hay que tratar de verlo más fríamente. Mirándolo abstractamente, ver a un montón de oficinistas deprevenidos morirse todos juntos es impresionante. Por otra parte, yo no sé si será la distancia o que la cultura del cine y la tele ya me curtieron pero yo lo viví medio como un espectáculo, medio insensiblemente. De hecho hace unos días los chechenos mandaron una bastante más grosa y no dijimos nada. Ahora, si lo que separa a una y otra "tragedia" es dónde fueron, o quiénes las hicieron o qué símbolos se sintieron conmovidos, esas cosas avanzan en que me parezca un hecho algo más feliz. En el fondo todas estos eventos nos muestran lo mierda que es la vida en el mundo hoy. Si apagamos la tele, si nos callamos un cacho, vamos a ver que esa mierda está en nuestras propias vidas de una u otra manera sin necesidad de efectos especiales. Te cambio diez de ésas contra quedarme sin laburo o que se muera un amigo. Así que si eso sirvió para que mucha gente dijera "epa, no está todo bien" creo que en ese sentido restringido, me alegro.

miércoles, julio 21, 2004

Los subidores de precios

¿Sabrá María Julia (actual punto doc, ex caos, ex lanata) que lo único que ella hace en el mundo es subir los precios de las mercancías de negocios pequeños?

martes, julio 20, 2004

Las luchas de palabras en Argentina

El problema me vino en un texto que leí hoy. Pero ya lo tenía en la mente de antes.
Resulta que, en este texto, cada vez que se mencionaba un genérico -el más usado, "obreros"- su autora elegía la versión web-políticamente correcta obrer@s. No está mal, me parece, del lado de la precisión, ya que "obreros" es una palabra que quiere decir dos cosas: "todos los obreros hombres" o "todos los obreros, sean del sexo que sean". Es mejor tener dos palabras para dos cosas.
Pero la cosa venía por otro lado. Quizás estoy asumiendo mucho, pero me parece que lo que esto puede querer estar significando es algo como: "el hecho de que los genéricos en español se escriben igual que los masculinos genéricos es una muestra de la opresión que las mujeres sufren y no utilizándolos reivindicamos que hombres y mujeres son iguales". O algo así. Nuevamente, ¡fenómeno! Es claro que aquello de la opresión a las mujeres es un anacronismo de la época en que era necesario que sólo fueran madres de crianza y hoy ya no es así.
Todo el asunto se asemeja a lo que pasa (ojo: mi fuente es en parte la tele) con los afro-americanos (vean que políticamente correcto, señores) y la palabra "nigger". Por lo que sé, así era como se los denominaba cuando eran esclavos y se los trataba como a cosas (y, nos guste o no, cumplían la función de cosas vivientes para trabajar). Por supuesto hoy le quedó heredada a la palabra aquella denigrante condición y es utilizada en sentido despectivo. La cosa es que, públicamente al menos, hoy no puede ser utilizada: a primera vista los negros (oops) han ganado la batalla.
Si miramos el asunto más de cerca, ¿qué vemos? Que la explotación no ha terminado en lo absoluto. Si bien ya no se trata de esclavos, la mayoría de la población negra de EEUU vive en las peores condiciones de empleo y seguridad social. Claro que también hay muchos blancos que están en la misma. Y muchos inmigrantes que están peor.
Entonces ¿qué ganam@s los negr@s, las mujeres, los obrer@s? Respuesta: La lucha de las palabras. Ahí nadie nos va a escupir el asado. ¿Y nuestras condiciones materiales de vida más significativas: comida, techo, vestido, diversión, expresión creativa o whatever? Respuesta: Y... en eso estamos. Ya tenemos lo de las palabras...
Yo diría: ya es difícil vivir, trabajar, tratar de no pasarla simplemente como el culo y luchar. Porque luchar luchar parece necesario: aunque no tenga las connotaciones que los troscos viven poniéndole uno siempre está luchando. Tratando de cambiar lo que lo hace mierda, tratando de conocer cómo son las cosas para que no resulten tan ajenas. Así que no gastemos esfuerzo en boludeces. Si nos resulta un esfuerzo escribir con arrobas (la autora del texto en cuestión mostró la hilacha al final, cuando obvió poner arroba en la palabra hijos, en un lugar donde se hacía evidente referencia a varones y mujeres) escribamos con la vieja "o" y tratemos, por ejemplo, de que las mujeres tengan los mismos sueldos que los hombres (a partir de los datos de la EPH para el GBA en mayo de 2003, se ve que el ingreso promedio de las mujeres siempre es menor que el de los hombres).

martes, junio 22, 2004

¿Cómo sortear la paradoja?

Mucha gente que frecuento (y yo también) se dedica a conocer cosas. Incluso la que no se dedica, también conoce permanentemente. Por otro lado, nada más natural, en estos tiempos, que pensar que el conocimiento es una construcción, que la verdad no existe, que todo es relativo. Mi pregunta es, simplemente: ¿no es esto también una construcción, una no verdad, algo relativo? ¿Y entonces?